domingo, 4 de mayo de 2014

FOLKLORE MEDIEVAL Y LA LICANTROPÍA

En la época medieval europea, la licantropía era considerada como otra actividad de los brujos, atribuyéndoles entre otras cosas, el poder realizar metamorfosis en si mismos, transformándose en lobos que recorrían Europa aterrorizando a la gente. Se creía que asesinaban y devoraban a los viajeros, obedeciendo las ordenes de su satánico amo, con el fin de hacer el mal a la humanidad. Inclusive se creía que algunos licántropos eran en realidad demonios menores.

Unos pocos hombres lobo cuyos instintos sanguinarios fueron excepcionalmente intensos, llegaron a ser considerados el mismo diablo. Aun cuando el hombre lobo no fuera un brujo transformado, se le asociaba con la brujería, se contaba acerca de brujas montadas sobre hombres lobo durante sus reuniones maléficas. Para muchos expertos de los siglos XVI y XVII, un brujo podía convertirse en hombre lobo únicamente a través de un pacto con el diablo, se creía que comúnmente tales "brujos" solo contaban con el poder de transformase en lobos. Muchas de las leyendas actuales de los hombres lobo provienen de esta época de oscurantismo.




Durante la noche, las actividades de un hombre lobo son, desde luego cazar, matar, y comerse a sus víctimas. Algunos cuentos de hombres lobo describen que sus intenciones son las de matar y comerse a los rebaños de corderos o animales similares; sin embargo, la licantropía esta estrechamente relacionada con el canibalismo (véase por ejemplo, la historia original de caperucita roja, para entender la relación canibalismo - hombrelobo).

Aunque estas bestias humanas no poseían gustos especiales, se creía que preferían la carne tierna de los niños. La licantropía era también asociada a sucesos o actividades en la que el hombre era víctima de las circunstancias, o de terceros.

Existen innumerables formas de convertirse en un hombre lobo sin la necesidad de hacer un pacto con el diablo. En Italia se cree que cualquier persona que haya nacido durante la luna llena o que durmiera a la intemperie durante un viernes de luna llena, eran propensos a convertirse en hombres lobo. En la península de los Balcanes -lugar donde se encuentra la famosa Transilvania- crece una flor que según las creencias populares, al comerse produce la licantropía. Beber agua que se encuentre dentro de las huellas de un lobo verdadero o de un estanque donde haya bebido una manada de lobos o comerse un cerebro de un lobo verdadero son algunas formas -según las creencias populares todavía vigentes en Europa- de convertirse en un hombre lobo. Por accidente o por voluntad propia.

Los malvados y criminales al morir - según Paracelso, mago del siglo XVI-, adquirían la forma de un lobo al morir, o podían adquiriría al ser maldecidos por un sacerdote, permaneciendo en tal estado por siete años.

También existen muchos remedios populares para curar a hombre lobo de su mal o al menos alejarlo. En Inglaterra se cree que el centeno, la ceniza, el muérdago y los arboles de abeto son una buena protección. Otros dicen que el agua es efectiva también, esto puede tener su base en la relación licantropia-hidrofobia, pues un lobo real rabioso rehuye al agua corriente.

Según el escritor francés Claude Seignolle, este folclore esta basado básicamente en historias de sacerdotes que maldecían a los criminales, y estos por la maldición se transforman en hombres lobo. Otros escritores aseguran que estas leyendas son basadas en casos de posesión demoníaca.
Todos estos casos de folclore están tan arraigados dentro de nuestra civilización que es difícil decir donde esta el limite entre realidad y fantasía.

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